Desde mi infancia, el yoga ha sido una constante en mi vida. Los fundamentos de esta disciplina los aprendí temprano, practicando con mi abuela Memé en nuestra propia casa. Mi camino siguió en San Juan, donde continué explorando el yoga a través de clases en la Sociedad Española.
Luego, la llegada de La Gran Fraternidad a la ciudad abrió nuevas puertas en mi exploración de esta práctica.
.A través del yoga, descubrí una forma de lidiar con los desafíos propios del crecimiento.
Es por eso que continué practicando, adquiriendo experiencia y enriqueciendo mis conocimientos de la disciplina.
Un momento definitivo llegó cuando tuve la oportunidad de comenzar a estudiar formalmente en Sadhana Yoga. Mi compromiso con el estudio y la práctica constante allanaron el camino para que pudiera enseñar yoga a mujeres embarazadas y dar clases de Yoga Terapia.
Mi historia con el yoga es un camino de conexión constante y crecimiento personal. Desde los humildes comienzos con mi abuela Memé hasta mi logro como profesora certificada en Sadhana Yoga, el yoga ha sido un faro constante en mi vida.
Cada paso en mi viaje ha expandido mi amor y comprensión por esta práctica, mostrándome su poder para enriquecer no sólo mi propia vida, sino también la de aquellos que me rodean.
Mi primera clase de yoga fue para mi una experiencia bisagra. Nunca antes me había sentido así, pude llegar a una parte de mí muy calma, clara y pacífica. Años después, inspirada por aquella experiencia, decidí explorar las propuestas de distintos institutos de enseñanza de yoga. Así comenzó mi camino incorporando con alegría y entusiasmo conocimientos sobre esta rica tradición.
Realicé dos formaciones en distintas escuelas de Yoga. Dicté clases particulares y grupales desde el año 1999, en distintos centros de yoga de Mendoza.
En los inicios de Sadhana, año 2006, me incorporé como profesora de yoga, lugar en donde continúo actualmente.
Entre los muchos senderos de búsqueda espiritual me siento identificada con la corriente de pensamiento yóguica, que respeta toda elección espiritual.
Instructora de Yoga del Instituto Superior Lonavla de la India
Dicta clases particulares y grupales de yoga desde el año 1999
Es profesora en Sadhana, desde sus inicios en el año 2006, hasta la actualidad.
Se incorpora en la Escuela de Yoga Tradicional, tras muchos años de experiencia en la enseñanza del yoga, como profesora de la parte teórica de la materia “Técnicas del Yoga”
Ha dictado cursos para profesoras sobre la Metodología de la Enseñanza de la Respiración Yóguica
El yoga aparece en mi vida por una lesión deportiva. Encontré un gran alivio en las prácticas y pude conectar con el cuerpo de una forma diferente, liberando una gran tensión física pero sobre todo emocional y mental. Con el tiempo las prácticas se fueron transformando en un un espacio de autoconexión y expansión que aumentaron mis ansias de saber y conocer la raíz de estas experiencias. Por ésto y por sentir además que faltaba algo en mi desarrollo laboral y profesional, decidí realizar la formación como profesora en Sadhana.
La formación me permitió acceder en profundidad a las enseñanzas del yoga y me dio un camino a seguir. Un camino por dónde buscar las respuestas a los interrogantes sobre la vida y las inquietudes espirituales que tenía latentes. Tanto me apasiono que dejé mi trabajo como Lic. en Administración para abocarme a las clases y la enseñanza del yoga y poder así compartir este camino.
El yoga aparece en mi vida por una lesión deportiva. Encontré un gran alivio en las prácticas y pude conectar con el cuerpo de una forma diferente, liberando una gran tensión física pero sobre todo emocional y mental. Con el tiempo las prácticas se fueron transformando en un un espacio de autoconexión y expansión que aumentaron mis ansias de saber y conocer la raíz de estas experiencias. Por ésto y por sentir además que faltaba algo en mi desarrollo laboral y profesional, decidí realizar la formación como profesora en Sadhana.
La formación me permitió acceder en profundidad a las enseñanzas del yoga y me dio un camino a seguir. Un camino por dónde buscar las respuestas a los interrogantes sobre la vida y las inquietudes espirituales que tenía latentes. Tanto me apasiono que dejé mi trabajo como Lic. en Administración para abocarme a las clases y la enseñanza del yoga y poder así compartir este camino.
Es licenciada en Comunicación de la Escuela Superior de Periodismo de Mendoza. Sus estudios sobre Yoga comenzaron en 2001 y continúan hasta el momento. En 2006 se inauguró el Instituto “Sadhana Yoga” y en 2012 se fundó la “Escuela de Yoga Tradicional”.
Cursó diversos y numerosos estudios nacionales e internacionales. Su mentora fue la doctora Alicia Souto con quien estudió en Buenos Aires durante siete años y fue quien la estimuló para la formación de la Escuela de Yoga en Mendoza. Con ella tuvo la oportunidad de conocer maestros indios que traían la tradición viva; y entre ellos al doctor Shrikrishna Tengshe, a quien ha seguido desde 2007 hasta el presente en retiros y seminarios de Pranayama y Meditación. Desde hace siete años estudia Vedanta Advaita con Sesha, vía online y presencial.
Cuenta con certificaciones muy variadas de Yoga y Yogaterapia: de Lonavla Yoga Institute (India), del Instituto de Eutonía y Yogaterapia (Buenos Aires), de la Federación Argentina de Yoga, de la Asociación Médica Argentina.
“Quizás debido al sobrenombre (Li), con que me llamó mi padre apenas nací y que quedó para toda mi vida, tuve un interés especial sobre oriente. Ya en mi adolescencia, entendiera o no, leía libros de esa procedencia y sabía de la reencarnación, de la ilusión de la vida, del karma, de la inexplicable existencia (para mí en ese tiempo) de las castas y los ritos a los antepasados.
Continué leyendo y aprendiendo sobre filosofía oriental durante muchos años. Era muy errático el material que conseguía, nadie me dirigía, a nadie podía preguntar sobre todas las dudas que aparecían.
Ese fue el motivo por el que decidí comenzar a estudiar Yoga sin pensar en absoluto en dedicarme a su enseñanza. Esta era la manera de aprender sobre el pensamiento de Oriente con alguna dirección. Sin embargo, bastó la experiencia de una clase de yoga para llevarme a un lugar desconocido, calmo y profundo. De ahí en más mi vida había encontrado la senda que desde siempre estuvo buscando…” Li